Danza y Tertulia Literaria

 
 

Y vosotros estaréis pensando… ¿qué tiene que ver la Danza con una Tertulia Literaria?…tranquilos que me explico.
He tenido la gran suerte de descubrir lo que es una Tertulia Literaria, un término que no era desconocido, pero que no conocía en absoluto.

Me acabo de dar cuenta que se puede leer de dos maneras. Yo siempre he sido una devoradora de libros, me ha encantado leer y también bailar. Pero resulta que ni sabía leer ni bailar.
Todos podemos bailar, con más o menos gracia, pero si queremos tener cierta profesionalidad deberemos adquirir una técnica que solo se consigue con mucha práctica, estudio, horas de ensayo y dedicación.

Una amiga me habló de una escritora de Irún que había publicado su primer libro y no dudé en comprarlo. La idea era apoyar a una persona de “casa” en unos momentos difíciles en donde hay que ser muy valiente para lanzarse a la aventura de publicar un libro.
Y lo leí como siempre había leído. Metiéndome en la historia, disfrutando de los personajes, de los diálogos, de la forma de describir los lugares…lo normal.
Me gustó tanto “El Veto” que, sabiendo que tenía tan cerca a su autora, Itziar Sistiaga, quería tener la oportunidad de conocerla y, de paso, que me firmara su libro.
Hace unos días vi, en su página de Facebook, que habían organizado una Tertulia Literaria en el Colegio de Dumboa y no me lo pensé dos veces.

La verdad es que yo pensaba que sería una charla sobre el libro pero, enseguida, me di cuenta de que aquello era algo más.

Pusieron las sillas formando un círculo, todos teníamos en nuestras manos “El Veto”….y ahí empezó la Danza.
Una persona empezó a hablar de los personajes, analizándolos y dando su opinión sobre su comportamiento, enseguida otra persona daba la suya y comenzaba un diálogo en donde se podía estar de acuerdo o no. Yo estaba fascinada (Así que esto es una Tertulia Literaria?). Todos habíamos leído el mismo libro pero la percepción era distinta.

La coreografía era individual, cada bailarín interpretaba un solo, el resto escuchaba atento hasta que le tocaba su parte. En ciertos momentos la música era más rápida, subía el tono para, poco después, volver a la calma, los bailarines se relajan y vuelven los solos.
Estuve mucho tiempo entre bambalinas disfrutando de ese baile de palabras hasta que me uní, yo también quería bailar.

Al salir me di cuenta de que la vida me ha hecho otro regalo. Nunca volveré a leer un libro como antes. Lo leeré como si al día siguiente tuviera que ir a una Tertulia Literaria.

Gracias Itziar Sistiaga por esta coreografía y gracias a todos los bailarines.

Josune.

El VetoEl Veto